Un "siempre en pie", el muñeco que siempre vuelve a su posición inicial, con una base semiesférica que actúa como contrapeso.
Este tiene una carita de vaca muy bonita y tres piezas encajables.
Sirve no solo para fomentar la observación y la diversión, sino también para trabajar la motricidad fina, mediante la tarea de apilar las piezas una encima de la otra.